Propuesta multidisciplinar, guiada por la poesía, que alterna diálogos generados a través de la dramaturgia de la obra poética de «Panero hijo», conversaciones y entrevistas realizadas al mismo Leopoldo María, a sus hermanos y a su madre en diferentes etapas de su vida, textos escritos por los intérpretes ex profeso y otras propuestas físicas y audiovisuales.

La dramaturgia de la pieza proviene principalmente de la poesía como materia prima, pero sin tratarse de poesía escénica ni de teatro poético. Entramos en el género de una multitrenza inclasificable. Esta rareza, se justifica en la caracterización de una sociedad confusa (que duda constantemente sobre unos principios endebles) y en la creación atmosférica de la mente de un loco (con el desorden paranoico, a veces más lúcido, aunque surrealista, que el de los cuerdos). El espectáculo se basa en esa confusión vital para hacer una expresión inclasificable, pero clara. Polivalente pero no ambigua.

Al contrario de lo que pueda parecer trabajando sobre la figura de Leopoldo María Panero, no pretendemos en ningún momento realizar un espectáculo oscuro ni pesimista, sino todo lo contrario. Tratamos la locura y el encierro con una distancia crítica (sin que criticarla signifique juzgarla), que nos permite realizar un análisis mediante la identificación con «Panero hijo» (Hijo del Panero del régimen, hijo de su cultura, aunque la odie) y con su evolución poética y biográfica desde sus primeros poemas combativos («Canto a los anarquistas caídos sobre la primavera de 1939» ) hasta sus últimos poemas más autocontemplativos y encerrados en la locura de su propia red social: «Lirios a la nada», «Estantigua».

En un tiempo en el que la prisa no permite las lecturas sosegadas, aseguramos que desde las artes escénicas encontramos un lugar para detener el mundo, para reflexionar sobre la creatividad de las palabras y abrir el apetito sobre nuestra literatura y sobre nuestros autores. De ahí la reflexión sobre la sociedad actual partiendo de la figura de un poeta.